Así luciría mi rostro en una piedra de ser mi amigo Jorge Boada quien la pintara. El Atlántico de por medio obstaculiza nuestros encuentros creativos, por lo que a menudo recurrimos a la tecnología para mantener esta complicidad iniciada en un aula de la Escuela de Comunicación Social de la UCV.
Desde que comencé a explorar este camino de pintura sobre piedras, comparto a través de Whatsapp cada cosa que realizo y cuando se me ocurrió hacer mi registro en internet acudí a Jorge para que me hiciera una caricatura, mi compromiso es reinterpretarla en una piedra.
La verdad es que te hizo tal cual como eres, con tu sonrisa inmensa y llena de alegría.
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